Discurso de Stefan Natke – 11 de septiembre de 2023 - PCA Berlin

 La "Estrategia de Seguridad Nacional", de la cual dispone recientemente la República Federal Alemana, establece que:

"Vivimos en una época de creciente multipolaridad y creciente rivalidad sistémica".

Critica del autor de "Zeit" Jörg Lau:


"El 'orden mundial multipolar' es un proyecto antioccidental, contrario a los valores universales y al derecho internacional. No puede ser un objetivo de la política exterior alemana. Un concepto que va en contra de nuestros valores e intereses no tiene cabida en la Estrategia de Seguridad Nacional". ("Internationale Politik", 28 de agosto).

 

Espero que en mis siguientes observaciones quede claro cuáles son los valores universales de Occidente y qué es lo que considera derecho internacional de "valor occidental".


Ya en 1958, la Agencia Central de inteligencia: CIA (por sus iniciales en inglés) había tomado conciencia del "riesgo" que representaba el marxista de 50 años Salvador Allende, por lo que en septiembre de 1964, el presidente estadounidense John F. Kennedy dio su aprobación a un programa para una campaña política destinada a impedir una presidencia de Allende. La CIA creó canales a través de los cuales fluyeron millones de dólares a Chile en beneficio del candidato democristiano Eduardo Frei. Según un informe del Senado estadounidense, la CIA pagó más de la mitad de los gastos de campaña de Frei, pagó a periodistas y sobornó a sindicalistas. Frei ganó las elecciones. Pero Allende seguía siendo visto como una amenaza para los intereses de Estados Unidos en lo que consideraba su patio trasero. Estaban en juego materias primas como el cobre o el salitre, entre otras. Bajo el mandato de Kennedy, los bancos y empresas estadounidenses habían invertido enormes sumas en un programa en Chile para presentar al país como una "alternativa próspera" a Cuba.


El intento fracasó. Las tensiones sociales aumentaban. En 1966, Allende fue elegido Presidente del Senado y nombrado candidato a las elecciones presidenciales de 1970 por la entretanto fundada "Unidad Popular". En la Casa Blanca y en el cuartel general de la CIA en Langley sonaron las alarmas.


Cito al asesor de seguridad del presidente estadounidense Richard Nixon, el señor Henry Kissinger, en junio de 1970:

"No veo por qué debemos permitir que un país se convierta en marxista sólo por una actitud irresponsable de su pueblo".


Una vez más, la CIA invirtió millones para desacreditar a Allende e impedir su elección. En Chile, la campaña contra el candidato presidencial fue coordinada por el embajador Edward M. Korry y el jefe de la oficina de la CIA en Santiago, Henry Heckscher. Heckscher tenía experiencia en intentar desestabilizar gobiernos en Guatemala y Alemania. Como jefe de la oficina de la CIA en Berlín Occidental, había solicitado el suministro de armas a los "insurgentes" de la RDA el 17 de junio de 1953.


El 4 de septiembre de 1970, el candidato de la Unidad Popular, Salvador Allende, gana las elecciones presidenciales en Chile.


El 16 de septiembre, el director de la CIA, Richard Helms, declaró que el presidente Nixon había pedido al servicio de inteligencia exterior que impidiera "a toda costa" la toma de posesión de Allende o que lo expulsara de nuevo del poder. Para ello, la CIA había desarrollado dos estrategias. En primer lugar, Estados Unidos debía utilizar su fuerza e influencia económica para "condenar a Chile y a los chilenos a la extrema penuria y pobreza, provocando así un levantamiento popular". Si estas medidas no tenían éxito, la segunda opción sería un golpe militar. Nixon y Kissinger estuvieron de acuerdo, pero señalaron que todas las operaciones debían llevarse a cabo de forma encubierta para ocultar la autoría de EEUU y sus servicios. Nixon autorizó diez millones de dólares para socavar la posición de Allende y crear un caos político y económico en Chile.

 

Los paralelismos con las acciones, ya de décadas, de los dirigentes estadounidenses hacia la Cuba socialista y en los años 80 hacia Nicaragua tras la Revolución Sandinista son, por supuesto, ¡pura coincidencia!.

 

Sí,…. los malvados estadounidenses, pero ¿qué tiene que ver Alemania o la Alemania Occidental con los “valores occidentales”?


Nuevas investigaciones han revelado el papel de los nazis alemanes en el golpe de Estado del general Augusto Pinochet contra el gobierno de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Varios testimonios arrojan luz sobre las actividades del ex SS-Standartenführer Walter Rauff, buscado como criminal de guerra en aquella época y que, por cierto, nunca ocultó su pasado, así como del asentamiento de la secta alemana Colonia Dignidad. Rauff era empleado del BND (Bundesnachrichtendienst), que lo había reclutado en 1958 para "impedir, en lo posible, la expansión del comunismo en el subcontinente americano".


Entre 1960 y febrero de 1962 permaneció varias veces en la RFA para recibir formación del BND. La orden de detención de la RFA de 1961 no fue obstáculo para ello.


Incluso la cadena Westdeutscher Rundfunk (WDR) difundió estos resultados hace unos días con un reportaje de Wilfried Huismann.


El ex nazi Rauff, fallecido en Santiago en 1984, aportó su experiencia de la época fascista alemana en el exterminio de opositores a la consolidación de los golpistas y la dictadura militar "en una posición central". Estuvo en estrecho contacto con el jefe del servicio secreto de la dictadura (Dirección de Inteligencia Nacional, DINA), el general Manuel Contreras.

 

"Alemania 1973": también respecto a Chile había dos mundos diferentes.


La actitud de la dirección política de Alemania Occidental, anclada en la tradición colonial, estaba orientada hacia los intereses de la clase dominante. Ya se tratara de África Austral, Mozambique, Angola o la guerra de Vietnam, esto era así independientemente de quién estuviera en el poder en ese momento. También era el caso con el gobierno social-liberal del canciller Willy Brandt (1969-1974), que se distanció claramente del gobierno de la Unidad Popular (UP) en Chile y participó en su desestabilización. La rica RFA anuló "ayudas al desarrollo" y préstamos millonarios. En 1971 y 1972 sólo se aprobaron tres proyectos de "ayuda financiera", mientras que se congelaron los nuevos compromisos previstos en firme o prometidos de manera informal.


Sin embargo, se produjo una amplia movilización entre la población de la RFA


Los primeros Comités Chile en la RFA se formaron meses antes de septiembre de 1973 en Heidelberg, Tubinga y Frankfurt am Main. Folletos y escritos circularon por todas partes tras el escandaloso final de Allende y Víctor Jara y el comienzo del inconcebible régimen de terror. En la RFA se manifestaron más de 150.000 personas y se formaron unos mil grupos chilenos. El tema jugó un papel importante en la esfera pública, en sindicatos, asociaciones profesionales y partidos políticos. En 1974, Quilapayún, Inti-Illimani, Isabel Parra, Patricio Castillo y Floh de Colonia, Dieter Süverkrüp, Franz Josef Degenhardt y Dietrich Kittner de la RFA dieron un gran concierto de solidaridad en el Grugahalle de Essen.


Casi nadie pudo evitar el tema. La ola de solidaridad se convirtió en un modelo para proyectos posteriores sobre Nicaragua, Granada, Venezuela y Bolivia. Los debates en la ciudad y en el campo formaban parte de la vida cotidiana.

 

Ayuda desde Berlín Este -> Citado por Gerd Schumann en el jW.

(...) y por eso se leen en / las calles, las plazas / nombres como / Rosa Luxemburg, Ernst Thälmann, / Lumumba, Ho Chi Minh / y Solidaridad, / porque en otros lugares / la lucha continúa (Franz Josef Degenhardt, "Ja, dieses Deutschland meine ich", 1972).

 

En cambio, la RDA, siempre escasa de divisas, concedió a Chile, sometido a una enorme presión económica, un préstamo de 15 millones de dólares estadounidenses en la primavera de 1973. A 11 de septiembre de 1973, Santiago había dispuesto de 28 millones de un total de 49 millones de dólares concedidos.

 

Entre 1971 y septiembre de 1973, varios centenares de expertos de la RDA trabajaron en Chile: En el tratamiento del cobre, la industria química, la pesca, la agricultura, la radiodifusión y muchos otros sectores. El 25 de enero de 1973 entra en el puerto de Valparaíso el primer carguero de la RDA, el "Ferdinand Freiligrath", seguido en mayo por otros cargamentos financiados con donaciones. Todavía a finales de agosto y en septiembre de 1973, atracaron en puertos chilenos tres barcos con un total de 8.423 toneladas de mercancías solidarias de la RDA por valor de 32 millones de marcos. Dos semanas después del golpe, la RDA rompió relaciones diplomáticas con “las momias"-> (según la obra de Floh de Colonia, una cantata de esta banda de rock, 1974) del entorno del general Augusto Pinochet. (... se escuchará esta noche en Cine Babylon)


La estrecha amistad y también la solidaridad material se habían convertido en una característica de las relaciones estatales en el transcurso de la presidencia de Allende a partir de 1970. A pesar de sus limitadas posibilidades económicas, la RDA amplió continuamente su ayuda. Los socialdemócratas de Alemania Occidental bajo Willy Brandt ignoraban a su camarada de la Internacional Socialista, Salvador Allende, mientras que en Berlín Oriental los líderes de los partidos de la UP, el socialista Clodomiro Almeyda y el comunista Luis Corvalán, fueron acogidos calurosamente. Así como Gladys Marín, presidenta de la federación de jóvenes comunistas de Chile, que estuvo presente antes del golpe durante el X. Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Berlín. La experiencia vivida en la RDA, de que la solidaridad es indivisible, nunca llegó a ser - con la posible excepción de Vietnam - tan tangible y comprensible como ante los acontecimientos en ese país del extremo sur latinoamericano - tanto antes como después del golpe. La RDA acogió a un total de más de 5.000 refugiados chilenos a partir de septiembre de 1973 y se convirtió así en un centro de la resistencia chilena contra la junta de Pinochet.

(Fin de la cita)

 

¿Qué lección aprendemos de las acciones del imperialismo estadounidense y también del alemán?

 

La clase dominante NUNCA permitirá una alternativa de sistema que haga imposible la explotación del hombre por el hombre, aunque aceptemos sus reglas del juego, la democracia burguesa, y lleguemos al poder "legalmente". Porque es su "legalidad". Así que no importa si es a través de un derrocamiento revolucionario o a través de elecciones democrático-burguesas, cuando se trata de la socialización de las industrias clave y de la expropiación de los expropiadores, entonces todo se acaba y sacan otras armas. Los ejemplos más recientes son Honduras, Bolivia, Perú, Ecuador y Guatemala. La devastadora política de sanciones de los EE.UU. contra Venezuela y Cuba es otro ejemplo de cómo el imperialismo estrangula los modelos sociales alternativos porque no se permite que lo que no puede ser, sea.


¡Esto son los valores occidentales!

 

Nada de esto es nuevo para mucha gente, pero hay que repetirlo una y otra vez porque, como hemos notado, de lo contrario muchos otros caerán en los medios de propaganda de los valores occidentales. ¿Quién habría pensado hace unos años que un gobierno golpista, que fue instalado por los EE.UU. en Kiev en 2014 de una manera similar a la de Chile en 1973, y para el que los EE.UU. gastaron mucho dinero, como la Sra. (Fuck the UE) Nuland nos explica libremente, sería considerado por la gente en la RFA como el epítome del deseo de libertad? Que el presidente Yanukóvich, elegido por el pueblo ucraniano, en este caso ciertamente no de izquierdas, fue simplemente destituido por un golpe de Estado y sustituido por un gobierno salpicado de fascistas confesos, y que de repente todo eso no tiene importancia.


Recordemos que Yanukóvich fue derrocado porque no quería firmar el Acuerdo de Asociación con la UE. Este golpe fue llevado a cabo por las mismas instituciones que el de Chile hace 50 años y no encontró oposición ni de la UE ni de la RFA:

¡un golpe bueno, eso es lo que son los valores occidentales!

 

Los habitantes del este de Ucrania, en Lugansk, Donetsk y Crimea, no secundaron este golpe y se pronunciaron en su contra, proclamando incluso sus propias repúblicas como consecuencia, a partir de entonces Occidente se refirió a ellos y los trató como “Prorusos”. La rusofobia desatada por la propaganda occidental hizo el resto.


No fue por casualidad que los habitantes de Lugansk y Donetsk se reunieron en los respectivos monumentos a Lenin de sus ciudades tras el golpe de Kiev, y no por casualidad las repúblicas del Donbass se autodenominan repúblicas populares. Y esta es precisamente la razón por la que han sido bombardeadas y ametralladas desde 2014 por el ejército ucraniano, equipado y altamente armado por los valores occidentales, mientras los medios de difusión de estos valores occidentales repiten el mantra de que la guerra en Ucrania comenzó en febrero de 2022.


Mientras tanto, la portavoz del “Wertewesten”, Annalena Baerbock, quiere arruinar a Rusia, como ella misma dice, y además como de paso le declara la guerra públicamente, de forma totalmente inconstitucional pero indiscutido / sin replica oficialmente. (Por cierto, el DKP ha presentado una querella criminal contra la ministra de Asuntos Exteriores de la RFA por este motivo). Mientras tanto, el canciller alemán se dirige a sus nuevos amigos de Kiev y ya les saluda con "Slava Ukrajini". -  En 1941, este saludo fue adoptado oficialmente por la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN), organización que apoyaba la invasión de la Unión Soviética por la Alemania nazi. El saludo iba acompañado de una elevación del brazo derecho en señal de saludo fascista. (Olaf aún no lo hace).


Para arruinar a un país, por supuesto, hay que utilizar contra él medidas económicas coercitivas, las llamadas sanciones, que por cierto aplicadas unilateralmente sin mandato de la ONU, son ilegales según el derecho internacional, lo que no impide que Occidente utilice este instrumento de forma inflacionista. El efecto boomerang de estas medidas sin sentido económico y político lo soportan los trabajadores y asalariados de su propio país. Los precios de la energía, de los alimentos básicos y de la vivienda aumentan desmesuradamente mientras que la burguesía monopolista, en primer lugar las empresas energéticas y armamentísticas, registran beneficios récord. Esta evolución absurda, en la que cada vez hay más pobres y los ricos son cada vez más ricos, debe romperse, y esto es lo que defiende la Alianza Calefacción Pan y Paz.


- La calefacción es sinónimo de energía asequible para todos


- Pan para tener dinero suficiente para la comida, la educación, la cultura y el ocio


- Y la paz por un alto el fuego inmediato en todas las guerras. Negociaciones de paz y una  política de amistad entre los pueblos.

 

¡Venceremos!